Vivienne Eliot
T. S. Eliot
Se conocieron en Oxford en 1915 y tras un breve romance de tres meses se casaron. La relación fue tormentosa y guarda cierto paralelismo con la que Zelda mantuvo con Scott Fitzgerald. Para unos (la mayoría), Vivienne jugó el papel de “mujer fatal”, para otros el de “musa”, pero todos coinciden en la extravagancia del personaje, por llamarlo de alguna forma.
Vivienne nació en el seno de una familia acomodada en Lancashire (UK), de ascendencia irlandesa. Sin embargo ella siempre se sintió de una clase inferior, especialmente cuando se mezcló con los aristócratas amigos de Eliot y los integrantes del grupo de Bloomsbury.
Algunos miembros destacados del grupo de Bloomsbury (Véase www.rosamiddleton.com)
La desconfianza era mutua por parte de algunos miembros del grupo a tenor de las despiadadas palabras con que Virginia Woolf se refirió a ella: “Un saco de gatos rabiosos que Tom (Elliot) llevaba alrededor del cuello”.
T. S. Eliot, Virginia Woolf y Vivienne
La salud de Vivienne siempre fue mala .Padeció una tuberculosis ósea cuando todavía no se habían descubierto los antibióticos, lo que la llevó varias veces a quirófano. Tenía una compulsión obsesiva por la limpieza de la ropa de cama lo que hizo que fuera diagnosticada como histérica, cosa bastante frecuente cuando no se sabe qué hacer con una mujer no convencional.
Por otro lado ella tocaba el piano, cantaba, pintaba y era buena nadadora y deportista.
Era bonita, ambiciosa y vivaz. T. S. Eliot era apuesto, ambicioso y también lo contrario. Bertrand Russell lo definió como un “exquisito apático” y pronosticó que el matrimonio no duraría mucho ya que ella pronto se cansaría de él. Hablaba pro domo sua pues como depredador sexual que era parece que fue su amante durante un cierto periodo de tiempo. Y cuando la abandonó, ella cayó en una profunda crisis y tuvo que ser internada en un sanatorio psiquiátrico.
Foto en la que aparece Vivienne, realizada por Lady Ottoline Morrell
Carolyne Seymour–Jones, una de las biógrafas de Vivienne, subraya por otro lado la fuerte misoginia con la que la trató Eliot, como una mezcla explosiva de irracionalidad y romanticismo.
Lo que sí es cierto es que durante su matrimonio se gestaron los grandes poemas de Eliot y ella le ayudó en sus empresas editoriales, especialmente en Faber & Faber y en Criterion.
Logo de Faber & Faber, 1929
Tras la muerte de Vivienne él se limitó a administrar la gloria que había alcanzado con sus escritos.