Sus padres tenían como lengua materna el esloveno, pero en la época los funcionarios de su país hablaban en alemán y de ahí que Alma nunca dominara el esloveno.
Alma. M. Karlin
Desde muy joven su familia, especialmente su padre la animó a viajar, afición que cultivaría toda su vida como se puede ver en el siguiente mapa que nos da cuenta de sus desplazamientos a lo largo y ancho del mundo.
Ciudades y países recorridos:
Italia: Trieste – Génova; Perú (Mollendo, Arequipa); Panamá (Canal de Panamá); Estados Unios: San Francisco – Hawaii – Japón (Tokyo) – Corea (Seúl, Pyongyang) – China (Beijing, Shanghai Tiencin) – Formosa / Taiwán – China (Hong Kong , Cantón) – Filipinas – Australia (Brisbane, Sydney, Melbourne, Adelaida) – Nueva Zelanda (Wellington, Auckland, Rotorua, Whangarei) – Islas Fiyi – archipiélago de Nueva Caledonia – Nuevas Hébridas – Islas Salomón – Nueva Guinea – Indonesia (Java, Sumatra ) – Singapur – Tailandia – Birmania – India (Calcuta, Delhi, Lahore, Karachi) – Bab el Mandeb – Eritrea (Somalia) – Suez Canal – Venecia – Celje
Su pasaporte
Como consecuencia de sus estudios y actividad viajera dominaba varias lenguas: inglés ,sueco, noruego, francés, ruso, italiano, español y por supuesto alemán; además tenía de nociones de sánscrito y chino.
Se ganaba la vida como traductora profesional. En 1914 aprobó con excelencia un examen de ocho lenguas extranjeras en la Society of Arts de Londres. Al estallar la Primera Guerra Mundial los ciudadanos austro-húngaros no eran bien vistos en Gran Bretaña y se trasladó a Estocolmo donde empezó su carrera como escritora. Parece que en su decisión tuvo algo que ver la influencia de Garcilaso de la Vega, al que estaba leyendo en esos días.
Tras viajar alrededor del mundo recopiló sus experiencias dibujando la flora y fauna de los países que había visitado, mostrando también interés por la educación y situación de las mujeres y con especial atención a las ceremonias religiosas antiguas y a la mitología. De todo ello daba cuenta en los periódicos aunque la remuneración que percibía solía ser muy baja.
Entre 1921 a 1937 publicó 22 libros dio conferencias en varias asociaciones de mujeres y entabló amistad con la premio Nobel Selma Lagerlöf y con la pintora suecaThea Schereiber Gammelin que llegaría a ser su secretaria.
Thea y Alma en 1934
En 1941 tras la anexión de Yugoslavia al III Reich fue perseguida por la Gestapo y enviada al campo de concentración de Dachau, pero logró escapar y unirse a los partisanos. Murió de cáncer en 1950. Su obra puede ser consultada en la Biblioteca Nacional y Universitaria de Liubliana, capital de Eslovenia, y en la Biblioteca Estatal de Berlín.
Para saber más:
https://www.rtvslo.si/kultura/razstave/sprehodite-se-po-samotni-sledi-alme-karlin/310864