A lo largo de la Historia y especialmente en el siglo XIX ,las mujeres utilizaron pseudónimos masculinos al aventurarse en el espacio público en el ámbito de la escritura.
Esto es lo que la autora coruñesa Emilia Pardo Bazán opinaba del fenómeno.
“Cuando yo empecé á escribir, recuerdo que me aconsejaron que adoptase un seudónimo masculino. Protesté, proque mi tendencia es siempre á la franqueza, á huir de todo disfraz. Hoy, pensándolo mejor, creo que me hubiese convenido mucho (...)”
“El seudónimo, realmente, es como el antifaz de terciopelo negro: lejos de tapar la cara, la acusa: aviva la curiosidad y hace resaltar ciertos rasgos y facciones. Si en efecto el antifaz del seudónimo encubriese, envolviese á los escritores en bienhechora sombra, en un incógnito protector, no cabe duda: toda mujer que escribe debiera adoptar esa precaución, á fin de dar chasco á los que, adivinando a posteriori, reconocen en su estilo el sexo, que es como si lo reconociesen en el modo de jugar al tresillo, de confeccionar un plato de cocina, de trazar un plano ó de regar un arbusto”
Pardo Bazán fainos a seguinte pregunta ...........
“(...) supongamos que, á la vuelta de muchos años, borrado, por un caso rarísimo, el recuerdo de Concepción Arenal, se descubriesen páginas sueltas de estas obras, ó un libro entero, anónimo. A no ser que en él, casualmente, la autora hiciese referencia á su sexo, ¿hay alguien que lo adivinase?
Si desglosamos un capítulo del Visitador del pobre, por el barón de Gérando, y otro capítulo del Visitador del pobre, de doña Concepción Arenal, ¿será capaz el más pintado de decir cuál de ellos ha sido escrito por un varón y cuál por una hembra?”
Para saber más http://www.rtve.es/alacarta/videos/mujeres-en-la-historia/mujeres-historia-emilia-pardo-bazan/849428/
Cfr: Mª Carmen Simón Palmer: La mujer y la Literatura en la España del siglo XIX, en AIH Actas VIII (1983).