La tarea de editar la Enciclopedia dejó exhausto y arruinado a Diderot, por lo que se vio obligado a vender su Biblioteca que fue adquirida por Catalina la Grande. A pesar del sustancioso beneficio que le reportó la venta el desencuentro con Catalina será total y ella lo expresará gráficamente:
“…Usted trabaja con el papel, que es flexible y obediente y se presta a todo; yo trabajo con la realidad”.
No se podía expresar mejor la diferencia que hay entre teoría y práctica o la distancia entre Filosofía y Política.