Esther Inglis fue una calígrafa y miniaturista del Renacimiento inglés que gozó de gran fama, aunque hoy su nombre sólo diga algo a los eruditos o interesados en la historia de las mujeres o en la de la escritura. Parece ser que fue su madre, Marie Presot, quien la instruyó en el arte de la caligrafía. También se la conoce como Esther Langlois por ser éste el apellido del padre.
Esther Inglis: Autorretrato. En él se representa a sí misma escribiendo una inscripción: De Dieu le bien, de moy le rien (De Dios, el bien; de mí, nada).
Nacida en Dieppe en 1571 emigra con su familia alrededor de 1569 primero a Londres; posteriormente se establecieron en Escocia como consecuencia de la persecución que se desarrolla en Francia contra los protestantes o hugonotes y que tuvo su momento álgido en la matanza de san Bartolomé (año 1572).
La masacre de san Bartolomé, obra de François Dubois
En cuanto a sus obras, se conservan milagrosamente cerca de 55 libros manuscritos de los que cuatro se hallan en la Biblioteca Folger, en Washington.
Copia de Inglis de los Emblemas de Boissard (1588)
Hay que señalar que entre sus clientes se encontraba la reina Isabel I de Inglaterra, así como ministros y otros miembros de la familia real. No es extraño pues que muchas de sus obras estuvieran dedicadas a mujeres de la nobleza: por ejemplo, Lucy, condesa de Bedford; Catherine de Parthenay, vizcondesa de Rohan, entre otras.
Se puede observar que reutilizaba sus diseños florales pinchando con un alfiler para transferirlos a otra hoja de papel.
Las obras de esta miniaturista recuerdan muchas veces a los manuscritos iluminados flamencos como es evidente en la imagen que mostramos a continuación:
Esther Inglis muere en 1624.
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