Me acuerdo del día en que le escribí:” Os agradezco que seáis una alma grande”. ¿La hemos perdido?. No. Las grandes figuras desaparecen ,pero no se desvanecen. Más bien podríamos decir que se realizan. Volviéndose invisibles en un aspecto se hacen visibles de otra forma. Transfiguración sublime. La forma humana es una ocultación , ella enmascara el verdadero rostro divino que es la idea. George Sand era la idea. Fuera de la envoltura carnal es verdaderamente libre. Ella murió, pero hela aquí viva. Patuit dea.(La diosa se manifiesta)

 

George Sand por Nadar

 

George Sand ocupa una plaza única en nuestro tiempo. Otros son grandes hombres .Ella es una gran mujer  En este siglo que tiene como objetivo acabar con la Revolución francesa y comenzar con la revolución humana-la igualdad sexual formando parte de la igualdad entre los hombres, una gran mujer era necesaria. Era preciso que la mujer demostrase que podía tener todos los dones viriles sin perder los dones angélicos. Ser fuerte sin dejar de ser dulce. George Sand es la prueba .Es necesario que haya alguien que la honre en Francia cuando tantos la han deshonrado. G.Sand será un orgullo para nuestro siglo y nuestro país. Nada le ha faltado a esta gloriosa mujer. Tenía un gran corazón como Barbès, un gran espíritu como Balzac, un alma grande como Lamartine. Ella poseía la lira .En este siglo en el que Garibaldi ha hecho cosas prodigiosas, ella ha escrito obras maestras. Enumerarlas sería inútil. ¿Para qué serviría ser el plagiario de la memoria pública? Lo que caracteriza su poder era su bondad Ella era buena y por eso odiada. La admiración tiene como reverso el odio y el entusiasmo tiene como reverso el ultraje Uno y otro afirman lo que pretenden negar. El abucheo cuenta para la posteridad como un ruido glorioso. Quien es coronado es lapidado. Es una ley y la bajeza de los insultos da la medida de la grandeza de las aclamaciones. Los seres como George San son benefactores públicos Pasan y apenas han  pasado de lo que parecía vacío surge una nueva realización del progreso .Cada vez que muere una de  esas poderosas criaturas humanas , oímos un batir de alas. Algo se va y algo acontece. La tierra como el cielo tiene sus eclipses pero aquí abajo como allí arriba la reaparición sigue a la desaparición .La llama que era un hombre o una mujer y que se ha apagado bajo esa forma reaparece bajo la forma de una idea. Nos damos cuenta entonces de que lo que creíamos apagado es inextinguible. Esa llama brilla más que nunca, forma parte de la civilización pertenece a la vasta claridad humana, se suma al salubre viento de la revolución ,lo agita y lo hace crecer porque las misteriosas ráfagas que apagan las falsas certidumbres alimentan las verdaderas luces. El trabajador muere ,pero ha hecho su trabajo .Edgar Quinet muere, pero la filosofía sale de la tumba y desde ahí aconseja a los hombres. Michelet muere ,pero tras él se levanta la historia trazando el camino del porvenir. George Sand muere ,pero ella nos deja el legado de una mujer poderosa y la evidencia del genio de una mujer Así se completa la revolución. Lloremos a los muertos, pero constatemos que los acontecimientos y los sucesos importantes ocurren gracias a esos orgullosos espíritus precursores. La verdad y la justicia se ponen en camino y oímos el ruido de sus alas. Aceptemos lo que nos dan y nos quitan nuestros muertos ilustres y mirando al porvenir ,saludemos serenos y pensativos las grandes acontecimientos que anuncian esas partidas.

 

Victor Hugo.

Discurso leído por Paul Meurice 10 de junio 1876 en Nohant, durante el funeral de George Sand.

 

N.B.Paul Meurice era un escritor francés amigo de Victor Hugo y adaptador de algunas de sus obras al teatro y ejerció también como “negro” de Dumas.