Retratos de Luisa y Ángela Sigea en el Alcázar de Toledo
Comenzaremos por la más conocida Luisa Sigea de Velasco (Tarancón, provincia de Cuenca en la actualidad, entonces de Toledo, de ahí el calificativo de ‘toletana’) 1522-Burgos, 1560).
Su padre Diego Sigeo, humanista francés les dio una esmerada educación. Como era criado de María Pacheco tuvo que exiliarse a Portugal tras la rebelión de los Comuneros. En 1530 llama a su lado a su mujer e hijos. Desde muy joven, Luisa dio pruebas de su talento escribiendo una carta en latín al papa Paulo III.
María Pacheco tras la derrota de los comuneros en Villalar por Vicente Borrás (siglo XIX)
Biografía de María Pacheco, de Almud Ediciones
En 1542 su padre es invitado a que la presente en la corte como camarera de la reina doña Catalina, la hija póstuma de Juana de Castilla (y Felipe el hermoso) y hermana por tanto del emperador Carlos I.
Catalina de Austria por Antonio Moro; Museo del Prado
Luisa y su hermana Ángela se unieron al séquito de doña María Manuela de Portugal, hija de Catalina de Austria y primera esposa de Felipe II de quien era prima. Junto a ellas destacan Paula Vicente (hija del poeta y dramaturgo Gil Vicente) y Joana Vaz. Tanto Ángela Sigea como estas dos últimas, se dedicaron a la música.
María Manuela de Portugal
Tres músicas
Luisa contraerá matrimonio en 1552 con el hidalgo burgalés Francisco de las Cuevas. En 1558 la familia se traslada a Valladolid donde entran al servicio de María de Hasburgo, hija de Felipe I, la que fuera reina consorte de Hungría, con la que ejerció como ‘dama latina’, es decir traductora y experta en lo concerniente a esta lengua.
María de Habsburgo, reina consorte de Hungría
Tras el repentino fallecimiento de la reina, Luisa Sigea solicita empleo para sí y su familia alegando la situación de pobreza en la que se encontraba. Estas demandas por volver a la corte serán incesantes en los dos últimos años de su vida, llegando a viajar a Toledo para pedir un empleo a Isabel de Valois (la entonces esposa de Felipe II), pero sus peticiones caerán en saco roto.
Luisa Sigea notable ejemplo de humanista, hablaba francés, español, italiano, latín, griego, hebreo y siriaco. Su obra más conocida es el poema en latín Syntra, editado por Francisco Rico y Cerda en 1781. Escribió además el Dialogus de differentia vitae rusticae et urbanae, así como Duarum virginum colloqium que imprimió Manuel Serrano y Sanz (en 1905).
Epistolario latino, de Luisa Sigea
Edición de Mª Regla Prieto Corbalán; Editorial Akal, 2007
La fama de Luisa Sigea se mantuvo a través de los siglos hasta el punto que en el XIX Carolina Coronado escribirá una novela sobre el personaje con ese nombre: La Sigea.
Para saber más:
Contra tópicos y prejuicios. Apuntes sobre La Sigea, de Carolina Coronado
http://parnaseo.uv.es/lemir/Revista/Revista10/Baranda/BARANDA.htm