Desde su infancia se especializó en el tejido de tapices, actividad que ha dejado honda huella en su obra.Su iniciación a la pintura contó con el beneplácito de sus hermanos (también artistas) y de su padre que no dudaba en desplazarse hasta donde hiciese falta para conseguirle los materiales necesarios.
Mujer amazigh de Túnez a principios del siglo XX
Fátima Mellal
A mitad de camino entre el surrealismo y lo naif, la obra de Fátima Mellalse ha ido consolidando a través de numerosas exposiciones en diversos países europeos; al mismo tiempo, la creación de una galería de arte en su localidad natal ha propiciado que mujeres y jóvenes del entorno desarrollaran su creatividad.
Para más información sobre esta artista recomiendamos el artículo de Daniel Becerra Romero: «La magia de los tatuajes en el mundo bereber: dificultades para su estudio en el ámbito de los aborígenes canarios.»