Henrietta Leavitt, más conocida como “la astrónoma calculadora” formó parte del equipo de Edward Pickering y realizó importantes investigaciones sobre lo que se conoce como variabilidad estelar que la llevaron a determinar que no era suficiente con la compilación de los datos sino que era necesario interpretar el big data astronómico con el que contaban los laboratorios. La siguiente frase anotada en su diario cambiaría para siempre nuestra imagen del universo: ”Es destacable que en esta tabla las estrellas más brillantes tienen los periodos más largos.
Sin embargo ni su talento ni sus investigaciones la salvaron de cumplir inexorablemente los votos de pobreza, castidad y obediencia que escrupulosamente deben cumplir las mujeres que se exponen en el ámbito público.
Leavitt a la derecha con Annie Jump Cannon
Prueba del primero son sus últimas voluntades. Al morir de cáncer en 1921 a los 53 años de edad deja un testamento en que lega sus propiedades a su madre
- Una librería y libros, 5 dólares
- Atril, 1 dólar
- Mesa, 5 dólares
- Silla, 2 dólares
- Alfombra, 4 dólares
- Mesa de trabajo, 5 dólares
- Cama con cabecero, 15 dólares
- Dos colchones, 10 dólares
- Un bono por valor de 100 dólares, otro por 96,33 dólares, dos de 50 y otro de 48,56 (Total: 344,89 dólares)
Que la tierra le sea leve