Elizabeth Siddall por Rossetti, hacia 1850
En otra caricatura del mismo autor que podemos ver más abajo satiriza las teorías estéticas de Ruskin, defensor a ultranza de los prerrafaelitas, que aparece aquí explicando que una tetera no debe ser adorada por su forma y color sino como símbolo sublime de la vida doméstica (a Ruskin se le debe en gran parte la fama adquirida por la expresión “ángel del hogar” para referirse a las funciones de la mujer victoriana).