Ella narra así su detención:

“En la Puerta del Sol fuimos detenidos muchos intelectuales. Era el día de San Isidro, lo recuerdo bien. Detuvieron incluso a las señoras de militares que pasaban por allí. Me pusieron el foco y me interrogaron. Veinticinco mil pesetas de multa, me dijo el comisario. No las tengo ni las pago, le repliqué. Pues prepárese para ir a la cárcel, concluyó. Estuve un mes en la cárcel de Ventas, en la celda común. (…). Ni el Pen Club de Londres ni el Partido Comunista, nadie pagó mi multa y fui a la cárcel. Para vergüenza del gobierno y de todo el mundo fui a prisión en el coche celular, donde las mujeres que me acompañaban, por mi pelo corto y mi nikide cuello cisne me tomaron por una prostituta.

Junto con Dolores Medio se habían reunido allí Carmen Martín Gaite, Nuria Espert, Aurora Bautista, Eva Forest, Josefina Aldecoa, Teresa Berganza, Gabriela Sánchez Ferlosio, entre otras, bien representativas del mundo de la cultura.

El resultado fue que pasé un mes en la cárcel. No lo pasé mal, qué va, fui muy feliz. Estaba en una celda común, con prostitutas, ladronas, infanticidas… Nos llamaban Las politiconas, pero nos querían mucho, por­que todo lo que nos mandaban a la cárcel se los regalábamos a ellas. Allí estaban encerradas también las hijas de Sánchez Mazas, que fue ministro de Franco, la duquesa de Medina Sidonia, pero ésta en una celda aparte. Todo lo que escribo lo viví; aquella experiencia la recogí en Celda común, una novela que la censura me impidió publicar. Fueron a verme y decían que firmase un papel donde no figuraba que me habían detenido sino que había atropellado a un hombre. Me negué y dijeron que entonces pondrían… ¡que había robado algo en El Corte Inglés! Se extrañaban de que en el libro atacase la prostitución pero no a las prostitutas. ¡Pero cómo iba a atacar a las prostitutas! ¡Pero cómo iba a atacar a estas probitinas…! A quien atacaba era a los dueños de los cortijos que se aprovechaban de ellas. Al final cogí la novela y decidí que no se publicaría. Ahora va a editarse algo reformada; no lo hice antes porque se pasó de moda, dejó de llevarse el social realismo por el intimismo.”

 

 Dolores Medio

 

Dolores Medio en la playa de Gijón

Dolores Medio en la playa de Gijón

 

Fuentes: Carmen Suárez Suárez: Narradoras de la conciencia feminista. La “habitación propia” de Dolores Medio Estrada, Sara Suárez Solís y Carmen Gómez Ojea, que publica la editorial Trabe.

https://es.wikipedia.org/wiki/Dolores_Medio

Narradoras de la conciencia feminista