Como suele ocurrir con los inventos y patentes femeninas el descubrimiento fue atribuido al americano Otto Tzling que contrito por el sufrimiento de su amante la cantante Swanhilda cuyas cuerdas vocales se resentían del uso del corsé habría ideado el artilugio, aunque no lo registrase y la patente en 1902 la hiciese Philiphe de Brasssière un francés afincado en Norteamérica que popularizaría el nombre.
Casi setenta años después-el 7 de septiembre de 1968 las bisnietas de Cadolle quemaron sus sujetadores como protesta y a favor de la liberación femenina.
