Aunque ya hemos hecho en Fábrica de la memoria dos entradas sobre Ethel Smyth: Acciones, no palabras y otra sobre el himno sufragista del que es autora, no nos resistimos a traerla aquí de nuevo, en esta ocasión con el homenaje que le rinde Judy Chicago en su inmenso cuadro The dinner party, reproduciendo lo que para ella sería “el asiento de Ethel Smyth.
Elizabeth de Baviera, más conocida para el gran público como Sissi, gracias a los edulcorados films que contaron su historia de amor con el emperador austriaco Francisco José, no tuvo una vida precisamente feliz. A los 50 años, cuando su belleza legendaria perdía fulgor, comenzó a volcarse en la poesía que había amado desde muy joven y compartió este amor con su primo Luis II de Baviera, el gran mecenas de Richard Wagner.
“Las mujeres no tienen que adquirir la libertad, sino ejercerla” Este era el lema de Eugénie Niboyet (1796-1893).
Hoy, a propósito de esta divertida imagen, traemos a Fábrica de la Memoria a la compositora noruega Agathe Backer-Grondahl, cuya hermana Henriette, sobresaliente pintora ya hemos subido a este espacio.
Aunque la visibilidad de las mujeres en la ciencia ha avanzado bastante en los últimos años debido al trabajo de las feministas especializadas en estos campos, es obvio que ni su cara ni sus aportaciones han llegado al gran público como se desprende del listado de mujeres que aparecen en el siguiente enlace.
Leer más: Mujeres científicas que no aparecen en los manuales. Un ejemplo: Alice Hamilton.
Alma M. Karlin (Eslovenia 1889-1950) fue una periodista que encontró en los viajes un modo de enfrentarse a su destino. Al nacer, medio paralizada, con piernas asimétricas y con el ojo izquierdo medio cerrado fue diagnosticada como paralítica y retrasada mental, aunque su vida y obra fue un rotundo desmentido a esta apreciación.