La salud de Sofía, endeble desde la infancia, se agravó probablemente por el mercurio que contenían los medicamentos prescritos por su padre para sus dolores, lo que la convirtió en la edad adulta en usuaria frecuente de opio. Debido a su precaria salud será educada por su hermana Elizabeth, destacada pedagoga que le enseñará geografía, ciencia, literatura, Historia de América y Europa, conocimientos que completará más adelante con latín, francés, griego, hebreo y algo de alemán.
Ante la imposibilidad médica de discernir el origen de sus males, viaja a Cuba como “terapia de reposo” con su otra hermana Mary.
De vuelta a casa, conocerá al escritor Nathaniel Hawthorne a través de su hermana Elizabeth que se lo presentará como una reencarnación de Lord Byron.
Después de conocerla Nathaniel escribió el cuento “El retrato de Edward Randolp” cuyo personaje Alice Vane se inspiraba en Sophia. En contrapartida ella le regaló dos cuadros que contemplaba a escondidas cuando estaba solo.
Villa Menagio: Lago Como, de Sophia Peabody
Aunque Sophia se mostró reticente al compromiso a causa de su salud, contrajeron matrimonio al cabo de cinco años, aunque ambos eran considerados relativamente mayores para el matrimonio (ella tenía 32 años y él 38). Tuvieron tres hijos
Una, Julian y Rose, los hijos del matrimonio Peabody/ Hawthorne en 1862
Nathaniel escribe sobre la felicidad que le aporta la familia y cómo su esposa era capaz de amamantar a sus hijos, aunque desgraciadamente volvieran las migrañas de su juventud.
El retrato que hace su esposo de ella es harto halagüeño: “Ella es la mujer más sensata que he conocido en mi vida, muy superior a mí en talento y bondad”.
También tenía Sophia habilidades para cultivar las relaciones sociales y la amistad como la mantenida con Annie Adams Campos, esposa del editor James Thomas Field y filántropa reconocida, propulsora de residencias para mujeres que carecieran de recursos, o comedores que proporcionaban comida barata a los más necesitados.
En 1864 muere Hawthorne y Sophia se muda a Inglaterra con sus tres hijos. Empieza una etapa difícil en la que pleitea con los editores por los derechos de autor de su marido.
Aquejada de neumonía fallece en 1871; está enterrada en el cementerio de Londres.
En la inscripción de su lápida podemos leer: Sophia, esposa de Nathaniel Hawthorne.