Tras la caída de Gijón la represión fue brutal. Los tribunales militares de los vencedores se cebaron especialmente en las mujeres del pueblo de las que ignoramos su rostro y cuya biografía se reduce muchas veces “a los datos de su filiación y a la reseña acusatoria de quienes las mandaron matar” como se señala en Asturias republicana.
Tal es el caso de Anita Orejas cuyo único delito era estar afiliada al Partido Socialista. Era una militante anónima que no desempeñaba ningún cargo político ni pertenecía a ningún comité ni se le atribuían delitos de sangre. No obstante fue denunciada y “la denuncia siguió el trámite oficial, con sus atestados redactados en lenguaje policial y cumplimentados con las polizas, sellos y firmas pertinentes”.
Expediente procesal de Anita Orejas
Dicho llanamente fue legalmente asesinada, delante del paredón del cementerio de Ceares.
El 18 de Agosto de 2015 se le rindió un homenaje en el lugar de su fusilamiento y se descubrió la placa que inicia esta entrada.
Para saber más.
http://www.asturiasrepublicana.com/libertad18.html
Las mujeres asturianas no fueron las únicas en ser brutalmente asesinadas como podemos ver en el siguiente enlace.
http://www.buscameenelciclodelavida.com/2015/08/as-tres-mapoulas-de-montecubeiro-las.html
